domingo, 19 de enero de 2014

Se despide el último romántico

pana

Rodolfo Rodríguez “El Pana”, el último de los toreros románticos, anuncia su nueva despedida de los ruedos, y lo es porque ya en un lejano  7 de enero de 2007, se despidió de los ruedos en la Monumental Plaza México”, pero fue una despedida eterna, porque después de realizar una faena mágica al toro “Rey Mago” del hierro de Garfias, en donde el torero de Apizaco, abrió el frasco de las esencias  y brindó una faena soñada a los aficionados que asistieron  al cono de insurgentes, los cuales salieron embriagados de arte y embrujo de este verdadero personaje del mundo del toro.

El éxtasis transformado en Olés, llenaron la plaza más grande del mundo, una faena que pasó ya a la historia por la carga emocional que tuvo, terminado la magistral obra con un “Trincherazo Mágico” del Pana, que ahora está plasmada en un monumento en las afueras de la plaza de Apizaco en  Tlaxcala, plaza de toros que lleva su nombre en homenaje en vida a este torero.

Despedida en la Plaza México

La despedida del Brujo de Apizaco, está programada para el próximo domingo 26 de enero, y tendrá en el cartel a José Antonio Morante de la Puebla y a Joselito Adame, los cuales estarán lidiando un encierro del hierro de Montecristo, tremendo cartel para la despedida del mítico y polémico Pana.

Rodolfo Rodríguez el Pana en Ecuador

Este añejo torero mexicano, pisó tierra ecuatoriana por primera y única vez, el 25 de noviembre del 2.011, participó en el Festival Virgen Esperanza de Triana de ese año, recibió dos orejas simbólicas y salió a hombros de la plaza en compañía del español Javier Conde. El Brujo de Apizaco, Rodolfo Rodríguez “El Pana” vino precedido de una fama de ídolo en México, una figura de leyenda, el último de los toreros románticos, arribó a la plaza Belmonte en un carruaje, con un séquito de mariachis, con su puro en la boca, un espectáculo verdaderamente, y  ya en la arena conquistó a los aficionados que abarrotaron la plaza, con su toreo, la afición quiteña pudo disfrutar de esta leyenda viviente del toreo romántico.