sábado, 17 de agosto de 2013

Veinte y dos matadores de toros tomaron la alternativa en Quito

alternativacampuzano

Quito como el centro y la capital taurina de Ecuador, ha doctorado a la mayoría de jóvenes toreros nacionales, casi siempre con carteles rematados y con llenos en los tendidos.

Desde el “marinero” en 1.920 hasta Curro Rodríguez en el año del 2.010, veintidós matadores nacionales tomaron su alternativa o la confirmaron en Quito, en las plazas Belmonte, Arenas y la Monumental.

El primer espada ecuatoriano del que se tiene noticia fue José Díaz, “El Quiteño”  en el año de 1.912, pero el torero Max Espinoza “Marinero”, es reconocido como el primer torero ecuatoriano, tomó la alternativa un 13 de septiembre de 1.920, en la plaza de toros Belmonte, tuvo de padrino a Manuel Mejías Bienvenida “El Papa Negro” y como testigo a Miguel Báez “Litri”.

Aníbal Vallejo “Maero de Quito”, tomó la alternativa el 15 de mayo de 1.945 e la plaza de toros Arenas, tuvo de padrino a Ricardo Torres  y como testigo a Manuel Gutiérrez “espartero”.

Manolo Cadena Torres, torero quiteño, tomó la alternativa en el año de 1.959 de manos de Joselillo.
Rafael Palacios, tomó la alternativa el 4 de diciembre de 1.965, tuvo de padrino a el Viti y testigo al Cordobés.

Mariano Cruz Arellano, torero riobambeño, tomó la alternativa un primero de diciembre de 1.967, teniendo a Julio Aparicio como padrino y El cordobés como testigo.

Pepe Gallegos, tomó la alternativa el 30 de noviembre de 1.978, como padrino tuvo a Palomo Linares y Testigo a José Mari Manzanares.

Pablo Santamaría, tomó la alternativa (confirmación) el 28 de noviembre de 1.981, teniendo como padrino a Gabriel de la Casa y como testigo a El Niño de la Capea.

Fabián Alonso, torero del Cotopaxi, tomó la alternativa un 6 de diciembre de 1.985, teniendo como padrino a José Antonio Campuzano y testigo Ortega Cano.

Antonio Benítez tomó la alternativa un 7 de diciembre y tuvo como padrino a José Antonio Campuzano y testigo Espartaco.

Rodrigo Marín, tomó la alternativa un 28 de noviembre de 1.987 de manos de Victor Méndes y testigo Antonio Carretero.

Paco Barona, matador guayaquileño, tomó la alternativa un 30 de noviembre de 1.986 con Dámaso González como padrino y testigo Víctor Méndes.

José Luis Cobo, se doctoró en Quito un 4 de diciembre de 1.988 teniendo como padrino a Miguel Báez “Litri” y testigo a Rafael Camino.

Antonio Campana, matador de toros ambateño, tomó la alternativa un 6 de diciembre de 1.993, teniendo como padrino a César rincón y testigo Carlos Collado “Niño de la Taurina”.

Juan de la Cruz, tomó la alternativa en el año de 1.990, Roberto Domínguez fue el padrino y Víctor Méndes el testigo.

Carlos Yánez, torero quiteño, tomó la alternativa un primero de diciembre de 1.995, tuvo de padrino a José Mari Manzanares y testigo a El Cordobés.

Guillermo Albán, torero guayaquileño, tomó la alternativa el dos de diciembre de 1.999, tuvo de padrino a Finito de Córdoba y como testigo a Julián López “El Juli”.

Cruz Ordóñez, torero riobambeño, tomó la alternativa el treinta de noviembre del 2.000, su padrino fue Enrique Ponce y el testigo Víctor Puerto.

Juan Pablo Díaz, torero riobambeño, tomó la alternativa el seis de diciembre del 2.001, tuvo como padrino a Joselito y como testigo a Finito de Córdoba.

Diego Rivas, torero latacungeño, tomó la alternativa un cuatro de diciembre del 2.003, de manos de Enrique Ponce como padrino y César Jiménez como testigo.

Martín Campuzano, torero quiteño, tomó la alternativa el 28 de noviembre del del 2.008, tuco como padrino a Julián López “El Juli” y como testigo a José Mari Manzanares hijo.

Álvaro Samper, torero quiteño, tomó la alternativa un 30 de noviembre del 2.009, tuvo como padrino a El Fandi y como testigo a Sebastián Castella.

El último torero que tomó la alternativa en la histórica plaza de toros Quito es el torero Curro Rodríguez, que lo hizo un 30 de noviembre del 2.011 y tuvo como padrino a Enrique Ponce testigo nada menos que a Morante de la Puebla.
Carteles rematados en la mejor Feria de América han doctorado a estos diestros nacionales, ante un marco de fiesta y afición que siempre ha sido característico, esperemos que vuelva todo a la normalidad y Quito recupere un ícono de su cultura y tradición. Fuente Revista Olé Magazine y archivos